domingo, 20 de septiembre de 2009

Vahído de sentimientos

De los tantos que en la soledad son
Me acontece el silencio que durmiente sombra
Despierta secretos jardines sentimientos
Caídos y tristes iban los hombres
Pardos y oscuros el ajonjolí

Muestra tus manos el cielo penumbra
Y canta, como la aurora boreal
A la sombra pingüino blancas pieles
Matemáticas siguiendo negras sumas
Sonrisa y sonido igual a sombra

He aquí la esclava y tus ojos
Camíname los labios de tus sucios dedos
De boca amarga hazme sentir el enjuague bucal
Déjame el silencio y tus deseos cuando te vayas
Pero no me olvides con lenguajes de distancia
Pero no me olvides en la soledad

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Opacando los sentimientos, se encuentra al final del túnel una voz que susurra mi nombre, oigo a la lejanía una voz que dice "quédate", pero ignorando las frases que dicta mi alma, nunca me quedé para disfrutar de aquellos bellos momentos en la cual creía que los viviría.

Clarisa Camargo dijo...

Me encantó, aunque no creo que necesariamente la soledad nos abra por el umbral de la pesadumbre. Así han habido grandes pensadores, claro, pero el fatalismo nos ha opacado de algunas identificaciones... aunque también ha abierto el mundo de posibilidades filosóficas...
¿Gusta del existencialismo feminista de Beauvoir?

JulianSQ dijo...

a ver si vuelven por estos lares, e gustaría contar con sus opiniones, gracias por leer :)